Emparejada

Capítulo 69 

(Punto de vista de Alfa Brady) 

Soy un idiota. Un absoluto, completo, total idiota.. 

Primero, rechacé a mi pareja. 

Y ahora… ahora me estoy enamorando perdidamente de alguien más. 

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Debería haberlo sabido en cuanto mi padre me preguntó si amaba a Lily. Siempre ha sido mucho más intuitivo de lo que creo. Se supone que yo soy el lobo especial y sin embargo él siempre parece saber las cosas mucho antes que yo. 

Cuando me preguntó por primera vez si amaba a Lily, no quise admitirlo. Sabía que me sentía atraído por ella, pero me dije que era imposible que ya la amara. Lily y yo acabábamos de conocernos y ella tenía un montón de traumas que estaba superando. Mi interés por ella era principalmente ser su amigo y ayudarla. Por supuesto, no estaba de más que estuviera increíblemente atractiva y fuera amable y divertida… pero no, no la amaba. No podía; no había estado románticamente interesado en una loba desde Evelyn. 

Sin embargo, en cuanto mi padre me preguntó si amaba a Lily, una parte de mí supo que tenía razón. Luché contra ello durante un tiempo… pero estar aquí en Hawái con ella ha hecho que incluso la parte más reacia de mí acepte los hechos. 

No me estoy enamorando de Lily; ya me enamoré de ella. 

A la m*erda mi vida. 

Aquí estoy, en el estado más romántico de Estados Unidos, con una loba de la que acabo de darme cuenta de que estoy enamorado y básicamente la estoy obligando a reunirse con su ex–pareja. 

¿Cómo llegué a esta situación? ¿Es este mi castigo por lo que le hice a Evelyn? 

Sé que estamos aquí por la seguridad de Lily. Tenemos que averiguar qué quiere James y luego cerrar ese capítulo de sus vidas. Pero, ¿y si James decide que la quiere de vuelta? Peor aún, ¿y si Lily decide que también lo quiere a él? Superar lo 

de Evelyn ha sido una de las cosas más difíciles que he tenido que hacer nunca. A decir verdad, aún no la he superado. Estoy preparado para que me compan el corazón por segunda vez? 

Honestamente, en retrospectiva, desearía haber convencido a Lily de que necesitábamos encontrarnos con James en otro lugar, algún lugar con un clima Trio y nevado que requiriera montones y montones de capas de ropa. Alaska habría sido una gran elección. Pero no, la estúpida de mi tuvo que aceptar Hawái. Un lugar que no solo grita romanticismo y fantasías de luna de miel, sino que también exige que Lily vaya por ahí en diminutos bikinis, pantalones cortos y vestidos de sol. Se me están acabando las formas creativas de esconder el bulto de 

alla abajo en mis pantalones cortos. 

Me aseguré de planear muchas actividades para Lily y para mi mientras estuviéramos aquí. Pensé que sería bueno para ayudarla a no pensar en James y creo que en general funcionó. Nos divertimos mucho. Incluso nuestros lobos se divertian juntos. Kalen no está tan enamorado de Rose como yo de Lily, pues aún echa de menos a Evelyn y a su loba, pero incluso Kalen está encantado y puedo decir que cada día lo está más. 

Por las noches, Kalen y yo hablábamos de estrategias sobre lo que haríamos o diríamos cuando viéramos a James. Nunca habíamos sido buenos amigos de James, pero nos conocíamos y nos llevábamos bien. Por desgracia, eso era el pasado… antes de que descubriera lo que ha estado ocurriendo en su manada durante años, delante de sus narices. Me resulta difícil no querer hacerlo papilla… no sólo por lo que le hizo a Lily, sino también por lo que ha permitido que 

ocurriera en su manada.. 

La noche anterior a la reunión con James, llevé a Lily a un luau hawaiano tradicional. Pensé que cenar y ver un espectáculo sería una gran distracción para ella y para mi. 

No sabía que los bailarines subirían a Lily al escenario, ni que se pondría un sujetador de coco y una falda de hierba. Y no esperaba en absoluto que Lily fuera tan buena bailando la danza del vientre. 

Mientras la veía bailar y empezar a seguir a las bailarinas profesionales por la sala, tomé una decisión. No me importaba la razón por la que estábamos en Hawai; no me importaba con quién nos encontraríamos mañana; y no me 

importaba si al final me rompían el corazón. Viviría para este preciso momento. 

Agarré a Lily mientras caminaba hacia nuestra mesa. La miré a los ojos, buscando cualquier signo de duda. Al no ver ninguna, me incliné para besarla. 

Justo antes de que nuestros labios se encontraran, el m*ldito de James hizo su aparición. Su fuerte gruñido desde el fondo del pabellón hizo que todos los presentes se quedaran inmóviles. Nos fulminó con la mirada y se dirigió hacia el escenario con una actitud que sugeria que se creía el dueño del lugar. Pronto aprendería que no era asi. 

Avancé hacia James, dispuesto a pelear con él. Lily me agarró suavemente del brazo, rogándome en silencio que no hiciera nada de lo que pudiera 

arrepentirme. Por desgracia, ella no sabía que darle un puñetazo a James nunca seria algo de lo que me arrepentiría. 

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