capítulo 11.2
Capítulo 11.2
Me detuve un momento y luego entré a la floristería con toda la naturalidad que pude. Pronto me llegó un ramo de genciana blanca, fresco y delicado.
Lucas tomó las flores pero no se movió. “Westin es un buen lugar”.
Sonreí y dije: “Es muy habitable, pero no se puede comparar con las grandes ciudades”. “Me encanta este lugar, ¿te importaría mostrarme los alrededores?”
Lucas habló cortésmente.
—Claro, pero mi tienda… —estaba a punto de declinar.
“Está bien, te espero”, respondió Lucas rápidamente. Antes de que pudiera decir nada, llegaron los clientes.
Tenés que atenderlos primero.
Hoy el flujo de clientes fue especialmente bueno.
Cuando terminé de trabajar, ya era casi mediodía. Sólo entonces me acordé de Lucas.
Miré alrededor de la tienda pero no pude encontrarla.
¿Se fue?
Me quedé perplejo y entonces vi a una persona parada en la silla de mimbre afuera de la puerta. “Debes estar cansado. Te compré un poco de leche”.
Me pregunté que todavía estaba aquí.
Para expresar mi hospitalidad, cerré la tienda por la tarde y llevé a Lucas a dar un paseo por Westin.
Cruzamos caminos empedrados, pasamos sobre pequeños puentes y me devané los seises para compartir todo el conocimiento cultural e histórico que tenía.
Escuchó atentamente y sin la menor impaciencia.
En la orilla del lago contemplamos los barcos.
“Son una especialidad de Westin. Deberías probarlas”, sugirió.
-¿No vienes? -preguntó.
Negué con la cabeza. “Todavía tengo que volver y poner en orden la tienda”.
Le preguntó medio en broma: “¿Tienes miedo de que el barquero te lleve?”
Él irrita. “¿Me acompañarás si tengo miedo?”
Negué con la cabeza.
Él compró el billete y yo simplemente esperé el barco con él en el lago.
El lago estaba envuelto en niebla.
De repente dijo: “¿Crees que he cambiado?”
No entendí muy bien. “¿Eh?”Property of Nô)(velDr(a)ma.Org.
Dijo con seriedad: “Antes fui demasiado arrogante. He estado reflexionando sobre lo que dijiste. ¿No dijiste que todos deberíamos convertirnos en mejores personas?”
Antes de poder reaccionar llegó el barquero.