Capitulo 85
Capitulo 85
Capítulo 85
Ahora que Helen estaba preparada, se comportaba con mayor osadía y terquedad, por lo que era claro que no iba a pensar dos veces en tener que jugar sucio.
–Muy bien. Entonces estamos de acuerdo –asintió Alexis y aceptó a trabajar junto a Helen.
A la mañana del viernes, Anastasia recibió un mensaje de texto por parte de la profesora de Alejandro:
«La actividad en familia comenzará hoy a las 2:00 de la tarde. Esperamos que todos los padres puedan atender a tiempo».
Después de mandarle el mensaje a Elias, su teléfono fijo empezó a sonar al poco tiempo y supuso
—¿Hola?
– Veme en el estacionamiento a la 1:00 de la tarde en punto – La atractiva voz de un hombre resonó antes de que ella respondiera:
–De acuerdo.
Anastasia se quedó sin palabras después de que Elias terminara la llamada, ella empezó a arrepentirse por su decisión de permitir que el actuara como el padre de Alejandro para que se uniera a la actividad f amiliar.
«Hasta puedo decir que lo único que estoy pidiendo es que me molesten. Creo que mejor debi haberle preguntado a Miguel». Ella no tenía idea qué tipo de juegos se llevarían a c abo en las actividades en familia, por lo que lo único que ella podía esperar era que fueran normales y no de esas que involucraran demasiada interacción.
Cuando llegó la 1:00 de la tarde, Anastasia tomó su bolsa y entró al elevador. Al mismo tiempo, Maya, quien la había est ado observando, siguió tras ella con rapidez y le preguntó con una sonrisa:
–¿Vas a salir, Anastasia?
–Sí! Tengo que salir a hacer algo. – Entonces ella presionó sobre el botón que daba para el primer piso del sótano, mientras que Maya se b ajó en el primer piso para luego salir corriendo con rapidez para descender las escaleras que estaban a un lado para seguirla; en su camino hacia abajo, ella vio que Anastasia entró al vehículo privado de Elía s. Los ojos de Maya quedaron abiertos al instante,
uiAcaso ella está saliendo con el presidente Palomares a una cita durante las horas de trabajo una vez más? Ellos no van camino a un hotel, co sí?». Ella se apresuró a sacar su celular y reportó lo que vio a Helen; después de saber lo ocurrido, Helen se sintió ta n enojada que creía que iba a enloquecer en cualquier segundo.
«Da al parecer que Anastasia sí ha estado utilizando el trabajo como una excusa para salir a citas con E lías. iQué persona tan manipuladora! Ahora puedo estar segura de que ella fue quien le dejo la marca en el cuello a Elias con t oda la intención de hacerlo, no cabe duda de eso. Supongo que
el solo aparentaba que no tenía algún deseo o necesidad biológica, pues Anastasia lo había estado satisfaciendo en secreto. Pero qué detestable, ¿cómo se atrev e a criticar a Elías en frente de mi cara mientras que lo seduce a mis espaldas con todo un almacén de t rucos sucios?».
Mientras tanto y durante el viaje hacia el jardín de niños, Anastasia se empezó a sentir como si estuviera loca por permitir que Elías tomara el papel del padre de Alejandro.
–¿Qué te parece si… mejor no vas? Yo se lo explicaré a las maestras. – Ella volteó su mirada hacia el hombre y dio la sugerencia de que ella no quería que él arruinara su imag en al ir con ella. No obstante, Elías mantuvo su mirada al frente de él y dijo con determinación:
–Yo le prometí a Alejandro que iria.
– Le puedo explicar que no puedes ir porque estás ocupado. Alejandro no se enojará contigo porque él es una persona que fácil perdona. Te lo imploro, Elías, ¿podrías no ir? — Anastasia le mostró una mirada s uplicante.
–¿Qué ocurre? ¿Tanta vergüenza te provoco? – Giró la mirada para poder verla. A pesar de todo, eso no tenía relación con la reputación de alguien, pues el padre de su hijo porque eso le haría imposible darse a explicar si alguien llegara a descubrirlo.
en serio, en verdad no deberías ir. Te prometo que te invitaré a comer si no vas… no, te invitaré un día en Ella dio su mejor esfuerzo por persuadir a Elías para que cambiara de parecer, pero él se mantuvo firme.
–Yo iré.
– Entonces, ¿qué quieres de mí para que no vayas? —Anastasia trató de negociar con él.
–Yo no iré con la condición de que te cases conmigo en este instante. — Elías se volteo y respondió con suma consideración, pero ella se le quedó viendo sin palabras.
––Eso es imposible, – Después de eso, él continuó conduciendo sin expresar emoción alguna y llegaron al jardín de niños en mExclusive content from NôvelDrama.Org.
antes de entrar? Me imagino que Alejandro aún debe de estar tomando su siesta en este momento.
Elías estaba de acuerdo y asintió, luego ella empezó a usar su teléfono para revisar las noticias más reci